VIVIR Y CRECER EN CAL MUNS

Y yo tan sólo no quiero aprender todo a las malas, pero el cielo queda lejos para los ángeles sin alas.

Quiero compartir con vosotros/as este vídeo: En Busca de la Felicidad del Rapsus, porque creo que puede ser un buen aliciente para levantarse cada día cuando no sabemos que hacer para motivarnos.

La libertad te llega cuando descubres tu miseria y el campo arado erecta una selva. Libertad no es hacer lo que te place, libertad es querer lo que haces. No sé si son más libres los humildes que los burgueses;   a los primeros “pobre” no les falta de nada, libres porque nada material buscan. ¿es libre le pensador, el anacoreta que buscan la soledad, el retiro, el encuentro con el mundo sin bajar a la Ciudad, infierno? Es más libre el presó en su prisión que tentado y rechazado a la sazón por una sociedad que no perdona La libertad no es una utopía pero hay tantos obstáculos cada día   que tienes que salvar, hipocresía de un mundo de teatro, de película. AUTOR: JORGE JAVIER JORGE DEL MONTE

Si porque sufres y te sientes abatido Buscas cariño, paz, no encuentras; No te quedan apenas fuerzas Para lanzar un último alarido Y la esperanza tardía te alimenta La nostalgia de la dulce infancia, mientras Un requiebro de la vida esperas; No te desmorones, no te abandones, Hay gente a tu lado siempre alerta. Si porque eres más sensible Y de todo te das cuenta Pero no sabes expresarlo Porque te has puesto una coraza Que ellos llaman de indiferencia, Demuéstrales que estas alerta Pero no quieres participar En esta loca y voraz carrera. Competencia desleal y traicionera De una sociedad en quiebra. Si te asoma una lagrima al oír el llanto desgarrador de un niño desconsolado, Es que estas más vivo, más atento. No te sientas raro ni alocado Por impregnarte, por sentir Con todas tus fuerzas el momento. JORGE JAVIER JORGE DEL MONTE

Suenan las campanas, el bullicio es ensordecedor; ¡ya suben los gigantes! y los cabezudos alrededor. Hacen tanto, tanto ruido que “se caen todos los santos” de sus preciosas peanas. Suenas las dulzainas con melodías estridentes. Los niños recogen caramelos arrodillándose como penitentes. Desde los engalanados balcones tiran duros y pesetas a los descabezados varones. El día promete alegrías; el sol de agosto en lo alto. Vamos todos a Florida Blanca los cabezudos nos dejaron sin blanca. Hay tortilla y sangría, los pardillos se emborracharán y molestan a las serranas. Suenan las dulzainas, los jóvenes ya esperan la noche para rondar en el baile a sus nuevas enamoradas. Canciones de siempre me llaman. AUTOR: JORGE JAVIER JORGE DEL MONTE