Cómo me he sentido durante el confinamiento

¿Cómo me siento?

Siento qué quería comerme el mundo,

pero el mundo me comió primero.

¿A qué esperaba?

Teniendo los recursos a mi alcance 

es todo como un esquema conceptualizado

y me atrasaba.

Sin pisar firme en la tierra

y no poder ver más allá de que atrasaba mi rutina.

Por estar en cuál lecho estrecho

¡Ay! de mi tumba, morir viviendo.

Mientras el tiempo eterno

no pone fin al confinamiento.

Y dije ¡Basta!

Cuando un ángel me explicó abriendo las alas

que el movimiento es como sus alas

que si no las mueve en vuelo no va a alzar...

Y si el no alza,

yo no desarrollo

porque su gran valor es mi punto de apoyo.

No todas las piedras se las lleva el arroyo.

y Ra-pa-pán-pán-pán el arroyo...

Mi desarrollo...

Ya que para empezar me he sentido abrumada,

desconectada

y con el corazón un poquito triste,

lo dejé en el taller,

para pensar que es lo mejor que es para mí.

Sobretodo ayudarme,

para poder recomponer los pedacitos que han quedado de mi puzzle.

Pero es muy difícil con este dolor.

Este dolor que siento

por las noches ya no duermo,

son grises mis ojeras,

pesan los párpados,

cansancio, 

tristeza.